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lunes, 7 de febrero de 2011

Cuando Fraga no se bañó en Palomares

Fue el 17 de enero de 1966 cuando en pleno vuelo colisionaron un bombardero B-52 estadounidense y un avión cisterna KC-135. Tras el choque, en el que siete tripulantes de los aviones resultaron muertos y cuatro lograron saltar en paracaídas, el bombardero perdió cuatro bombas atómicas de las que tres impactaron contra terrenos del pequeño pueblo almeriense de Palomares y otra en el cercano Mar Mediterráneo. Ninguna de las cuatro
bombas llegó a explotar, pero dos de ellas sí que liberaron plutonio contaminando la zona que, según dicen, sigue siendo hoy en día uno de los lugares con más carga radioactiva de España.

Rápidamente tras lo ocurrido varios equipos de recuperación y descontaminación estadounidenses se harían presentes, con una inicial y fallida intención de mantener el suceso bajo extremo secreto. Si bien las tres primeras bombas serían recuperadas rápidamente, la cuarta, caída en aguas costeras, permanecería en el misterio, siendo localizada finalmente gracias al relato de un pescador llamado Francisco Simó Orts, conocido de allí en más como Paco el de la bomba.

Para demostrar que no había radiación en las aguas se iniciaron campañas de prensa. La que dio lugar al famoso baño de Fraga en Palomares, lo que inspiró una película En la imagen podemos ver a Biddle Duke (derecha) embajador de los Estados Unidos y a Manuel Fraga Iribarne (centro) ministro de Información y Turismo español, bañándose y saludando a los fotógrafos en las aguas de Palomares.

Pero no, no se arriesgaron con la radiactividad ya que el baño y la fotografía en realidad no fue tomada en Palomares sino en Mojacar, a 4 km. de dónde cayó la bomba.

Fuente: MC

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creía que el cojear de Fraga se debio a la radioactividad
No es broma, no.on todos los respetos, la verdad. Siempre pensé que era por eso.

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